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Hoy en días las redes sociales han transformado la forma en la que nos relacionamos y nos comunicamos, debido a que nos ofrecen mucha facilidad para conocer personas o comunicarnos a distancia. Pero tenga cuidado, también permiten la obtención de información muy personal de quienes están en ellas.

Fácilmente podemos stalkear a una persona y ahí darnos cuenta de los lugares que ha visitado, la ciudad en la que vive, la música que le gusta, sus intereses políticos o religiosos, su orientación sexual, su nivel de estudios y condición socioeconómica, entre una amplia lista que se hace interminable en la medida en que publicamos más y más sobre nosotros.

Toda esta información está disposición de cualquier persona, corriendo el riesgo de que con ella nos seamos propensos a una extorsión, a una intimidación o incluso, a ser expuestos de manera vergonzosa. A esto se le conoce como doxing.

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El escritor sobre ciberseguridad de ESET, André Lameiras, explica que el término doxing proviene de la abreviatura ‘docs’, que en inglés se refiere a documentos, haciendo referencia a los archivos que se filtran en línea y que contienen información personal de la víctima.

“Si bien el doxing puede ser perpetrado por extraños -tanto individuos como grupos-, también puede ser llevado a cabo por conocidos, o incluso por personas de su propio hogar. El doxing resulta especialmente peligroso porque sus consecuencias pueden abarcar desde el ciberbullying, hasta el bullying y el acoso en el mundo real, pudiendo llegar incluso hasta agresiones o incluso asesinatos”, detalla Lameiras.

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Tal vez usted considere que ya es cauteloso con la información que publica en sus redes sociales, pues no brinda detalles como su número de teléfono o la dirección de su casa. Sin embargo, hay una especie de metainformación que puede brindar sin darse cuenta, como tomarse una foto en la sala de su casa en donde se ve, por la ventana, el lugar de la ciudad en el que vive.

“La razón por la que el doxing es un peligro tan retorcido es porque todos podemos ser víctimas de esta práctica. Y si bien nos corresponde a cada uno de nosotros definir a nuestra audiencia y ajustar nuestra configuración de privacidad en las redes sociales, no podemos evitar todas las acciones que llevan adelante personas con malas intenciones, algunas de las cuales incluso filtran información de otras personas solo por aburrimiento”, detalla este escritor de ESET.

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Aunque todos podemos llegar a ser víctimas de doxing, expertos consideran que en el futuro las probabilidades aumentarán para las nuevas generaciones, pues son las que más tiempo pasan en línea.

“Plataformas como Twitch, Steam, Discord y Roblox pueden dar una falsa sensación de seguridad, ya que la mayoría de las interacciones ocurren entre los ID [nombres de usuario] y avatares de los jugadores. Sin embargo, los pequeños detalles son suficientes para que determinados usuarios puedan obtener información personal, por ejemplo, buscando un ID de usuario específico en Twitter, donde pueden encontrar más información personal y una lista de amigos”, precisa Lameiras.

Para evitar ser víctima de Doxing, siga estas recomendaciones:

  • Limpia tu presencia en línea.
  • No compartas (más) ninguna información personal en línea.
  • Utiliza la autenticación de dos pasos o multi factor en todas tus cuentas.
  • Usa una contraseña única y segura.
  • Asegúrate de que tus videoconferencias y llamadas sean privadas y encriptadas.
  • No abras enlaces antes de asegurarte de que fueron enviados. intencionalmente y por alguien que conoces. En caso de duda, ¡pregunta primero! Si fueron enviados por un extraño, no los abras.
  • Seguramente habrá quienes algunos puntos de este listado parecerán exagerados. ¿Qué tiene de malo publicar el grado que obtuve de un curso en mi perfil de LinkedIn? o ¿por qué no dar a conocer el restaurante en el que estoy cenando o el sitio en el que estoy de vacaciones?
  • Y si es así, tiene muchos argumentos que le dan la razón. Solo tenga en cuenta las implicaciones que pueda tener una publicación y piense cómo mitigar los riesgos. Por ejemplo, subir una foto mostrando que se encuentra de vacaciones podría indicarle a un ladrón que su casa está sola en este momento; o que está en cierto restaurante podría mostrarle a un acosador el lugar en donde podría encontrarlo. ¿Y qué tal si publica esa foto cuando regrese de viaje, o cuando ya no esté en ese restaurante? ¿eso no mitigaría los riesgos? No es convertirse en un paranoico, es entender que lo que publicamos podría ponernos en peligro.

Si usted es, o ha sido víctima de doxing, estas son las recomendaciones que da Lameiras:

  • En primer lugar, no te culpes por las intenciones maliciosas de los demás. Ten en cuenta que todos estamos en riesgo.
  • Reportar y bloquear a la persona acosadora a través de las herramientas disponibles en la plataforma donde se está produciendo el hecho.
  • Toma capturas de pantalla de todos los detalles que consideres que pueden llegar a ser relevantes para respaldar tu caso.
  • Asegúrate de que todas tus cuentas de redes sociales son privadas; considera la posibilidad de ponerlas en pausa por un tiempo.
  • Avisa a tus amigos o familiares para que estén al tanto de lo que está sucediendo, principalmente si la dirección de tu casa o trabajo ha sido expuesta.
  • Reporta a tu banco lo que está sucediendo; asegúrate de que los datos de tus tarjetas estén protegidos.
  • Considera contactarte con la policía local. Si bien el doxing en sí mismo puede no ser considerado un crimen donde tú te encuentres, el fraude financiero y el daño físico que resulta del mismo sí lo es.