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“Me identifican ese número, me regalan ese hijueputa celular (el del denunciante)”, ordenó a Manuel Agudelo, concejal que representa al Centro Democrático en el municipio de El Bordo-Patía y quien protagonizó un nuevo escándalo en estado de embriaguez. En este quedaron involucrados varios miembros de la estación de policía local que, contrariamente a lo esperado por la comunidad (que exigió su intervención), terminaron permitiendo que el uribista continuara violando públicamente las normas legales vigentes.

Luís David Ledesma Cuéllar, habitante del barrio El Limonar del citado municipio, dijo a Proclama del Cauca y Valle que el concejal se dedicó a consumir bebidas alcohólicas en vía pública desde la noche del pasado sábado 31 de octubre y parte del domingo 1 de noviembre, perturbando la tranquilidad de los vecinos que sí cumplían con la emergencia sanitaria bajo el criterio de la responsabilidad individual, decretada por el gobierno nacional y que consiste en aislamiento selectivo con distanciamiento social, la cual se extiende hasta el próximo 30 de noviembre.

De acuerdo con la acusación, que se volvió viral en redes sociales y que se formalizará en una denuncia ante la Procuraduría General de la Nación, Agudelo, sin ninguna consideración, decidió poner música a un volumen tan alto que perturbó el sueño del vecindario, a pesar de que en el municipio de Patía se había decretado la ley seca y el toque de queda para menores desde el viernes 30 de octubre hasta el lunes 2 de noviembre, por lo cual el concejal también estaba violando normas jurídicas (ley seca) que estaban vigentes en la jurisdicción del municipio de El Bordo-Patía.

“Llevo varios fines de semana aguantando la música a todo volumen de unos vecinos, no paran el escándalo sino a las tres o cuatro de la mañana, y mientras tanto aguanto la algarabía de los cuatro pelagatos: 'Vení, tomá como un varón'. Otras veces los coros desafinados balbuceando algún vallenato y, alguna vez, un amague de pelea que terminó con la expulsión del más borracho. Primero el cumpleaños de noséquiencito, luego el cumpleaños de otrico, y, ahora… Halloween. Sí, Halloween, porque pues hay que tomar, así toque disfrazarse de varones”, describe en su cuenta de Facebook uno de los afectados con la situación.

En estas circunstancias, uno de los quejosos llamó a la estación de policía a las 12:56 a.m. para solicitar ayuda. Veinte minutos después no hubo respuesta a pesar de la insistencia. Pasada la 1:30 a.m., a petición interviene el también concejal Bryan Martínez, quien, igual, llamó a la estación. Después de la 1:50, al fin llega una patrulla de cuatro policías. Saludan amigablemente al concejal Agudelo, quien, luego de intercambiar algunas palabras con los agentes, continúa campante en su fiesta con los otros acompañantes, como se aprecia en los videos que aparecen en esta publicación, grabados y suministrados a esta red de medios de comunicación por habitantes del sector.

“La policía no cumple su deber y se pone al servicio de particulares, o en el caso de esta denuncia, al servicio de un concejal que infringe la ley”, expresó indignado el ciudadano molesto con la actitud de los representantes de la fuerza pública, que demuestra la posición dominante del concejal sobre los patrulleros.

Más adelanta explica: “Con rabia, impotencia e indignación, decidí que si la policía no iba a hacer nada y los cuatro sujetos no me iban a dejar dormir entonces los iba a grabar; entretanto, lo que hice fue contarle la situación a un concejal amigo…”,

Al final del grave incidente, Manuel Agudelo les ordena a los policías: “me regalan el número de celular, por favor, si son tan amables”, refiriéndose a los números de celular desde los que se hicieron las llamadas a la estación de policía. Los policías se marchan. “La ley seca vale huevo”: el concejal y sus tres acompañantes siguen bebiendo.

Tomado de: Proclama del Cauca - Las 2 Orillas

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