El británico Dave Smith, se contagió de coronavirus en el mes de marzo del año 2020.

La primera ola provocada por el COVID-19, estaba pasando en ese instante por Reino Unido, el ciudadano británico ya tenía una serie de infecciones, que afectaban a su salud. Dave había sido diagnosticado con el cáncer de leucemia, por el cual fue tratado con quimioterapias en el año 2019.

Con este detalle, el británico sería vulnerable ante el virus que se ha propagado por todo el mundo.

Las personas que son infectadas con COVID-19, logran eliminar el letal virus a los 10 días después, pero en el caso de Dave fue diferente, el virus quedo activo en el cuerpo de el por más de 290 días.

En más de 43 veces, el británico dio positivo para COVID-19. Dave rezaba todos los días, clamando por que su próxima prueba fuera negativa para este virus, pero no era así.

Durante 10 meses Dave pasó internado, contando con un total de 7 internaciones de centros hospitalarios, los cuales fueron de agonía para el ciudadano. Con niveles de energía mínimos y ayuda para cada una de las cosas que necesitaba hacer en su día a día.

Dave comento que estuvo tosiendo por más de cinco horas sin parar, el agotamiento que le generaba este letal virus que seguía estando por el pasar de los días. En el transcurso de su enfermedad logró perder al menos 60 kilos.

Al día de hoy, este ciudadano británico hace parte de uno de los miles de casos más activos y prolongados por COVID-19, registrados hasta el momento en todo el mundo.

(vía enteratecali.net)