En China, la variante Delta ha provocado el mayor brote de COVID-19 en meses, incluyendo siete casos positivos en Wuhan, donde surgió la enfermedad por primera vez a finales de 2019. 

De hecho, el brote de esta cepa, de rápida propagación, llegó a más de 20 ciudades y más de una docena de provincias. Al respecto, el país reportó 55 nuevos casos de coronavirus de transmisión local, por lo que anunció una nueva cuarentena para sus habitantes.

De acuerdo con la agencia oficial de noticias Xinhua, los siete casos mencionados corresponden a trabajadores migrantes. En ese sentido, y por la experiencia vivida, las autoridades sanitarias han puesto su foco sobre la ciudad en donde se originó la pandemia.

Asimismo, el confinamiento se extendió por las grandes ciudades, incluida Pekín, donde se realizaron pruebas COVID-19  a millones de residentes.

Por otro lado, el Gobierno de la capital se reunió y acordó reforzar la vigilancia y tomar estrictas precauciones para proteger a la ciudad del virus, sin escatimar gastos.

Además, en la ciudad de Zhuzhou, en la provincia de Hunan, más de 1,2 millones de personas fueron puestas en aislamiento estricto el lunes y durante tres días. Entre tanto, las autoridades llevan a cabo una campaña de toma de pruebas y vacunaciones, según indicó un comunicado oficial.

Hasta el momento, China había logrado reducir los casos locales a prácticamente cero, lo que permitió reabrir la economía.

(vía enteratecali.net)